Descripción
Emily Pink acababa de perder el trabajo de niñera y estaba parada esperando el autobús cuando unos tíos la descubrieron y la confundieron con una prostituta. En realidad, con sus ropas de colegiala se veía tan sexy y puta que no hay nada de lo que culparlos. Menos aun después de que ella les confesara que necesitaba dinero y ellos le ofrecieran pagarle a cambio de echarle un polvo en la furgoneta. Al final, resultó ser más zorra que cualquier puta de esquina, ya que aceptó a la primera y a los pocos minutos ya estaba mamando polla y follando como una perra insaciable a cuatro patas.
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