Descripción
Si será cabrón este psicólogo que no solo se folló a mi hija sino que hasta la tiene enamorada y desesperada por su polla. El muy cerdo supo aprovecharse de una jovencita de apenas 18 años y la sedujo en la primera consulta para acabar follándosela ese mismo día. Cuando mi hija nos contó toda la historia, escuché atentamente cómo le metió la polla en la boca y se la hizo chupar, cómo la desnudó, cómo se la folló y hasta cómo se corrió en su cara plastificándosela desde la frente hasta la barbilla. ¡Qué asco siento por ese tío! No puedo creer que mi hija todavía tenga ganas de seguir follándoselo.
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