Descripción
¿Hacía falta que el psicoanalista de Kristy Black acabara follándosela por el culo? Sin dudas que no, pero la madre casi que la mandó para eso. Cuando Kristy empezó a salir a la calle vestida como un putón verbenero, rápidamente perdió la virginidad y se volvió adicta al sexo. La mamá quería que el psicólogo la diagnosticara… ¿Y cómo iba a hacerlo sin follársela? Primero empezó a jugar con un consolador enorme, bien grueso, que el tío le dio para que se metiera por todos los agujeros. Después de descubrir que era una experta en el sexo oral y que tenía el coño y el culo bien abiertos de tanto que se la habían follado, se la folló él mismo para comprobar en carne propia que Kristy era bien puta. ¿Acaso no era eso lo que pretendía la madre?
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