Descripción
El profesor de yoga supo valerse de sus encantos para conquistar a su alumna mas guapa y jovencita. Admirando su cuerpo en diferentes posturas se fue calentando cada vez más, hasta que un buen día decidió que tenía que hacerla suya. Menuda sorpresa se llevó cuando se enteró de que ella siempre lo había deseado. La guarrilla tenía más ganas de que se la follara que él a ella. Así fue como consiguió ponerla en bolas, meterle mano por todos los sitios y follársela en todos los rincones de la casa. Al final, se corrió dentro de su coño, le subió las bragas y el pantalón y la mandó a su casa con el chocho lleno de leche.
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