Descripción
Si no fuera por los ricos polvos que el hijo le echa, la tetona Amber Lynn Bach ya lo hubiera denunciado y echado de la casa. La primera vez que se la folló la pilló dormida y borracha en el salón. Ella se dio cuenta cuando estaba corriéndose, así que ni siquiera recuerda cómo comenzó. Esta vez, también se había acostado, pero en su cuarto. Cuando el hijo la descubrió en bolas con las medias y el portaligas, se puso a mil por hora. Sin perder un segundo sacó su polla y se la metió en el coño. Por suerte, la madre se despertó caliente y pudo disfrutar al máximo de la follada.