Descripción
El hijastro de Kitten Latenight ha tenido que ir a terapia porque no podía dejar de pensar en la paja que se había hecho espiando a su madrastra desnuda sin sentirse culpable. En vez de volver a pajearse y disfrutar de las imágenes de esas tetas y ese coño que quedaron grabadas en su memoria, se siente un cabrón. Es que él mismo la drogó con una pastilla en el vaso de vino para que se durmiera profundamente. En cuanto se enteró que ella dormía sin ropa interior, se propuso drogarla para desnudarla en medio de la noche y lo logró. Lo único que quería era verla desnuda y hacerse una paja, pero después de conseguirlo, nunca dejó de arrepentirse.