Descripción
¿Qué le habrá pasado a Valeria Jones, que cuando el fontanero se echó en el suelo comenzó a calentarse pensando en que desde allí podría verle las bragas? ¿Acaso el esposo no se la estaba follando tanto como ella necesitaba? Lo cierto es que la zorra se paró encima del hombre, se levantó la falda y le puso el chocho en la boca para que se lo chupara. ¡Estaba tan caliente que parecía una ninfómana! Por supuesto que después le comió la polla, le ofreció el coño para que se lo taladrara y, al final, dejó que se la follara por el culo hasta llenárselo de leche. ¡Hay que ver lo feliz que salió el fontanero de esa casa!
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