Descripción
Kristina Rose no tuvo piedad con el exmarido. Aunque se separaron porque ella le fue infiel, la zorra se consiguió un buen abogado que le quitó gran parte de su fortuna. Eso lo enfureció demasiado, así que cuando se quedaron solos, decidió castigarla brutalmente. En realidad, para una guarra como Kristina, un castigo es otra cosa. El tío la ahorcó con la corbata, empezó a tocarla, la obligó a comerle la polla y se la folló brutalmente, taladrándole el culo sin piedad. Aunque él creyó que le había dado su merecido, Kristina sentía que ese polvo fue el mejor de todos los que le echó en su vida.
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