Dos madrastras dominantes castigan con sexo a sus hijastros sumisos

Estos chavales se buscaron que las madrastras los castigaran, aunque no sabemos si adrede o sin querer. Es que ellas son dos zorras dominantes muy severas y pervertidas que, a la hora de los castigos, solo piensan en el sexo. Lo primero fue hacerlos voltearse para darles nalgadas. Después se quitaron las bragas y se sentaron en sus rostros. Hasta allí, con ese principio de asfixia, llegó la parte de la tortura. Después, cuando se pusieron a chuparles las pollas y terminaron follando, todo fue sexo, placer, lujuria y desenfreno incestuoso entre las madrastras y los hijastros. ¿Quién no quisiera tener una zorra en casa que lo castigara así?