Descripción
Ni los padres de la pelirroja ni los de la negrita están preparados para recibir la noticia de que les gustan las mujeres. Ninguna de las dos familias aceptaría que ellas fueran lesbianas, así que, con apenas 18 años, tendrán que esperar a ser un poco más grandes para poder salir del armario. Mientras tanto, nada les impide tener sexo y explorar sus cuerpos, aunque tengan que hacerlo a escondidas. La terraza de la casa de la pelirroja es un sitio perfecto para eso. Allí, donde nadie jamás sospecharía que están, se comen los coños en la postura del 69, hacen tijeritas y se follan con strapons y consoladores bajo los rayos del sol. Al fin y al cabo, acaban disfrutándolo más que si pudieran hacerlo en el cuarto sobre la cama.
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