Descripción
Todos nos preguntamos si la pequeña Pinky Breeze estaba realmente preparada para hacer su primera doble penetración interracial. Cuando la vimos entrar por la puerta, descubrimos que es mucho más diminuta de lo que parece y temimos por la integridad de sus agujeros. Pensábamos que el coño y el culo le quedarían destruido en cuanto los dos negros polludos la penetraran al mismo tiempo, pero afortunadamente nada de eso sucedió. Evidentemente ya se había comido unos buenos rabos por los dos agujeros, ya que no sufrió ni un poco y lo único que sintió durante el trío interracial fue un inmenso placer.
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