Descripción
Hacía varias semanas que venía hablando con mi novia de la posibilidad de intentar follármela por el culo. Era mi gran asignatura pendiente y, por supuesto, la de ella también, ya que todavía era virgen del culo. Ella tenía muchas dudas y yo sabía que ante el mínimo dolor me pediría que la dejara, así que prefería esperar hasta que estuviera lista. El día de nuestro aniversario por fin pude tener la oportunidad. Le regalé flores, comenzamos a besarnos, a tocarnos, empezamos a follar… y se lo propuse. ¡Mi novia me dijo que sí! Lentamente, fui metiéndole la polla poco a poco en el ojete hasta que se la clavé toda. ¡No le dolió ni un poco! Solo se quejó apenas cuando comencé a taladrarle el culo, pero yo ya no estaba dispuesto a detenerme así que ni la escuché y seguí desvirgándole el ojete hasta dejárselo bien abierto.
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