Descripción
El sábado por la noche, mientras mi padre estaba de viaje y mi hermana de juerga con las amigas, me quedé a solas con mi madre. Después de cenar y ver una película juntos, me puse a jugar a la XBOX y ella se sentó a mi lado. A los pocos minutos se quedó dormida sobre mi pierna y yo, acariciándole la cabeza, sentí que la polla se me empezaba a poner dura. Me fue imposible resistir la tentación de tocarme el rabo y comenzar a masturbarme. Saqué la polla y, mientras me la estaba cascando, se me ocurrió metérsela en la boca a mi mamá. ¡La muy zorra se puso a chupármela dormida como una experta y se tragó toda mi corrida! Deberías ver la cara que puso cuando despertó y descubrió que todavía estaba saboreando mi semen.
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