Descripción
A la guarrilla de Carolina Sweets le hicieron una propuesta muy particular. Le propusieron hacer un video porno en algún sitio de su pueblo al que concurriera asiduamente. Eligió el gimnasio de la esquina sin dudar un segundo. Es que los demás lugares son demasiado pequeños o muy transitados, y en el gimnasio, a las 6 de la mañana, siempre estaba ella sola. ¡Cuánto morbo que sintió! Saber que podría ser pillada follando, mamando una polla o simplemente desnuda por alguno de sus compañeros del gimnasio le hizo mojar el coño como si se hubiese meado. Quedó tan contenta que ya está planeando repetirlo… pero delante de alguno de sus amigos.
Categorías