Descripción
Butt Spencer no tuvo ni un poco de piedad con Sladyen Skaya, y acabó arruinándole el coño con las brutales embestidas que le dio con su polla enorme. El tío tiene un rabo gigantesco, y aun siendo consciente de ello, le gusta follarse duro a las tías. Causarles dolor y placer al mismo tiempo lo pone a mil por hora. La putita belga, que nunca había tenido una experiencia tan brutal como esta antes, la disfrutó al máximo. Sabía que después le quedaría el chocho escocido y lo pasaría mal por unos cuantos días, pero no le importó. Estaba gozando de la mejor follada de su vida, y no pensaba quejarse.
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