Descripción
Brianna Rose descubrió un plan perfecto para comerle la polla al hijastro y follárselo. Lo primero sería ofrecerle zumo y derramárselo encima para mojarlo todo. Así lograría quitarlo de enfrente de la pantalla del ordenador y, ayudándolo a secarse, podría aprovechar para tocarle la polla hasta ponérsela bien dura. Esa fue una buena excusa para sacársela, manoseársela y llevársela a la boca para chupársela. Después de eso ya no habría vuelta atrás. Acabarían follando apasionadamente, a pesar de que en cualquier momento podría llegar el padre del chaval. ¿Será que la guarra habrá besado al marido con la leche del hijo aun en su boca?