Ayudé a mi hermana colombiana con los deberes a cambio de sexo

Mi tiempo vale y mucho. No soy un tío al que le guste perder el tiempo por nada en el mundo, y mucho menos si eso no me genera ningún beneficio. Por eso, y porque la verdad es que me importaba tres cojones si mi hermana repetía el año o no, cuando me pidió que la ayudara con los deberes le exigí que me ofreciera algo a cambio. No tuve más que tocarme la polla por encima del pantalón para que entendiera a qué me estaba refiriendo. Sin mediar palabra, la zorra se arrodilló y empezó a mamármela. Enseguida se volteó ofreciéndome su hermoso culito en pompa. No me dejó encularla, pero al menos pude deleitarme admirando ese perfecto ojete mientras le follaba el coño.