Descripción
Esta asiática nunca le había sido infiel al marido hasta que un día se encontró desnuda, frente a otro hombre desnudo, y sintió que era el momento perfecto para follar por primera vez con otro tío que no fuese el esposo. Sucedió en las aguas termales, mientras el cornudo del marido dormía a apenas un metro de distancia. La tentación de tocarle la polla al otro tío fue tan grande que, en cuanto se la tocó, se puso a mil por hora. Fue entonces cuando la guarra sintió que no podía contenerse y se puso a mamársela con la clara intención de que acabara follándosela allí mismo.
Categorías