Descripción
Cuando a la zorra de Alicia se le pasó por la cabeza la idea de follarse al hermanastro, no paró hasta que lo consiguió. La muy guarra empezó a provocarlo y a molestarlo todo el tiempo, intentando que en un rapto de ira él se la follara. Después de fracasar varias veces, comenzó a enseñarle el coño y las tetas con cualquier excusa, pero el muy tonto siempre la acusaba con su madre. La última vez, para quitársela de encima, él mismo le bajó el pantalón y las bragas y empezó a llamar a la madre, pero las cosas no salieron como él esperaba, ya que la mamá no estaba. Entonces, Alicia cerró la puerta, sacó su polla, se puso a hacerle una mamada y acabó cabalgando sobre su rabo hasta que por fín consiguió que le echara el primer polvo.
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