Descripción
Todos los hombres recordamos alguna mamada como la mejor que nos han hecho en la vida, pero en mi caso me sería muy difícil elegir una sola, ya que la mejor chupapollas que he conocido es nada menos que mi novia. A ella no solo le gusta comerme el rabo tomándose todo el tiempo necesario, sino que también le encanta el sabor de mi lefa, así que no lo hace solo para darme placer. Lo que ella más quiere es que me corra dentro de su boca y le de beber litros y más litros de leche, así que sus mamadas no podrían ser más espectaculares.
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