Descripción
Bianca Burke se lo tiene bien merecido. El dueño de la tienda es un gran amigo de su esposo, y eso la convierte en una clienta de confianza. Confianza que, en cuanto la vendedora se descuidó, decidió traicionar. Por suerte el guardia de seguridad venía sospechando de sus intenciones y la pilló justo cuando acababa de robar. Disimuladamente la llevó a la oficina y le dio a elegir entre dejarse someter a sus caprichos o que contara todo y la amistad entre el dueño y el marido se rompiera para siempre. Bianca no tuvo más remedio que desnudarse y, exhibiendo sus hermosas y grandes tetas, su coño recién depilado y su imponente culo, ponerse a mamarle la polla y dejarse follar bien follada.
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